Heredar una vivienda ¿Sabes qué implica?

Todos sabemos que hay que hacer papeleo, pagar determinados impuestos… pero ¿sabemos cuales son los factores que influyen en todo esto?, ¿tenemos claros los conceptos y a que se debe que haya que pagar más o menos? Puede que te resulte interesante seguir leyendo.

Heredar un piso siempre nos provoca una sensación agridulce. Tener un piso en propiedad es el sueño de muchos, pero la manera de obtenerlo y los gastos que tenemos que afrontar para ello, no son plato de buen gusto.

El Impuesto de Sucesiones es el impuesto que hay que pagar tras el fallecimiento de una persona para recibir los bienes que deja en herencia. Y, además, en el caso de heredar una vivienda, existe un impuesto extra conocido como Plusvalía Municipal, es decir, el Impuesto sobre el valor del terreno de naturaleza urbana, que varía en función de la comunidad autónoma en la que se ubica la propiedad.

Estos impuestos no son iguales para todo el mundo, ya que existen diversos factores que pueden hacer que los gastos se reduzcan o aumenten:

• Dónde residía el fallecido: es lo que más nos suele preocupar, puesto que los impuestos son muy diferentes entre comunidades autónomas. Por ejemplo, se suele decir que en la Comunidad de Madrid no se pagan impuestos y esto es porque existen una serie de bonificaciones que hacen que el pago se reduzca casi al 100% (solo cuando los herederos son los hijos), mientras que en otras comunidades como Asturias, Extremadura, Cataluña y Comunidad Valenciana los impuestos son elevados.

• Cuál es el valor de la herencia: hacer una tasación de un inmueble es muy importante a la hora de heredarlo, porque de ello dependerá que los impuestos a pagar sean mayores o menores. A mayor valor de la vivienda heredada, mayor será el impuesto a pagar.

• Qué situación patrimonial tiene el heredero: el patrimonio personal es la diferencia entre lo que tenemos y lo que debemos. De esto dependerá que, al aceptar una herencia, tengamos que poner más o menos, es decir, cuanto más patrimonio tengas, más te tocará pagar.

• Qué parentesco tiene el heredero con el difunto: esto también nos genera dudas a la hora de aceptar una herencia. El grado de parentesco influye mucho en el importe que nos corresponde pagar. Cuanto más lejano sea el parentesco con el fallecido, la cantidad a pagar será mayor.

Existen tres grupos en la línea de parentescos:

• Consanguinidad: vínculos entre descendientes y ascendientes, es decir, abuelos, padres, hijos, nietos, bisnietos

• Afinidad: vínculos entre los parientes consanguíneos de un cónyuge con los del otro. Por lo general, no existe ningún parentesco legal entre estos, aunque se les considere familia. Nos referimos a los yernos y nueras, cuñados, suegros…

• Adopción: vínculo entre los padres adoptivos y sus consanguíneos y el adoptado.

• Qué edad tiene el/los heredero/s: en ocasiones, los herederos no han alcanzado todavía la mayoría de edad. Esto supone problemas legales por los que se considera que el heredero no está capacitado para hacerse cargo y gestionar la herencia. Para ello, tendrá que tener un representante legal que se encargue de ejercer los derechos del menor. Generalmente, surgen conflictos con el representante por si realiza bien su labor, por lo que el heredero, al alcanzar la mayoría de edad, se hará cargo del patrimonio heredado y podrá solicitar una inspección en caso de dudas.